BLOG DE ADA VALERO
Relatos, reflexiones, artículos de opinión, citas, imágenes que valen más que mil palabras, palabras que valen más que mil imágenes, música y músicos, películas, libros... Todo lo que me gusta compartir. Desde este Rincón a vuestros rincones.

sábado, 6 de febrero de 2010

La mejor tumba es Sophie


(Ejercicio del taller con el surrealismo: el título resulta de un juego de palabras cazadas al azar; a partir de él, deben brotar las imágenes)

Hace semanas que me desvelo. Suele ser alrededor de la misma hora, de madrugada. Una sensación extraña... Nada de duermevela, es como si alguien chasquease los dedos a mi lado. Entonces, abro los ojos, repentinamente, recobrando una conciencia muy lúcida de mi entorno. Los ojos como platos y la conciencia alerta, eso es.
La culpa es de Sophie. Todo yo soy culpa de Sophie. Yo quiere decir este yo: este yo que se desvela cada madrugada y luego recorre el mundo como un sonámbulo aturdido; este yo de ojos y hombros hundidos... Demasiadas imágenes en la memoria, entre sábana y sábana. Seguro que son ellas, las imágenes, las que chasquean los dedos: nada de soñar, mamarracho, me dicen, abre los ojos y afronta... Chúpate esta: la oscuridad, la soledad en esta cama enorme, afróntalo, míralo bien, siéntelo bien, el frío, el vacío, el deseo partido en dos, apúralo aquí y ahora, tú solito... nada de dejarte otra vez en reserva la letanía de lamentos con que tienes aburridos a tus amigos, ¿que no ves que te rehuyen, que cambian de acera cada vez que te ven venir a lo lejos? Apechuga, mamarracho, me gritan las imágenes, hártate de mirarnos, eso me dicen, pero yo no me harto, ¿cómo me voy a hartar si me la devuelven entera y mía? Sophie metiéndoseme en la bañera, riendo... ¡Dios!, la risa de Sophie, (¿cómo era aquello de Neruda...? Lo de la risa que cae como un halcón desde una brusca torre...), eso es, Cotazos dice que tu risa cae..., la risa de Sophie; Sophie probando algo de mi cuchara, su boca, sus labios; Sophie en pijama, despeinada; Sophie en mi casa, en mi sofá, en mi cama... Y ahora en mi cabeza, en mi vigilia, en la urgencia que se me desboca por las manos, en las ganas de suplicar que vuelva, por Dios, que vuelva... ¿Cómo voy a hartarme de mirarla?
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Tengo sueño, Sophie... Ven, acuéstate aquí. ¿Te acuerdas cuando te acurrucabas por detrás, adhiriendo tu cuerpo a mi espalda? Ronroneabas plácida, vencida por el sueño, y a mí apenas me quedaba voz para susurrarte que podría morirme ahora..., entonces, en la tibieza acogedora de tu cuerpo en mi espalda.
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1 comentario:

  1. deliciosas palabras rodando en cascada... Todos añoramos alguna Sophie

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