Una vez dispusieron mi camino
las palabras varadas en tus labios
y perdí el mar.
Deshabité mi casa y para siempre
perdura en sus estancias
la impronta enmudecida de la ausencia.
Lo que se fue no vuelve: deja
finos estambres de luz en los rellanos,
diminutos fulgores de memoria,
máscaras, voces, sílabas,
paredes descarnadas y las horas,
todas las horas que surqué en mi viaje,
malheridas de tiempo.
La que se fue no ha vuelto:
llegó desde la ausencia, sin historia,
saciada de camino y de palabras,
ávida de la mar,
viajera del olvido.
las palabras varadas en tus labios
y perdí el mar.
Deshabité mi casa y para siempre
perdura en sus estancias
la impronta enmudecida de la ausencia.
Lo que se fue no vuelve: deja
finos estambres de luz en los rellanos,
diminutos fulgores de memoria,
máscaras, voces, sílabas,
paredes descarnadas y las horas,
todas las horas que surqué en mi viaje,
malheridas de tiempo.
La que se fue no ha vuelto:
llegó desde la ausencia, sin historia,
saciada de camino y de palabras,
ávida de la mar,
viajera del olvido.
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