
Una película: Vi La cinta blanca de Michael Haneke con tres amigos. Sólo me gustó a mí. Uno de ellos incluso despotricaba: “Estoy harto de este tipo de cine pretencioso”. Es lenta, asfixiante (esencial para crear el clima del argumento) y larga (145 minutos que no sobran). Me parece una gran película que recoge con perfección el ambiente previo a la llegada del nazismo en Alemania. Ese tipo de educación castrante, creadora de miedos, sentimientos de culpabilidad y múltiples inseguridades no está tan lejos de la que se impartía en la España que me tocó vivir en mi infancia. Me gustó el juego del principio con el enfoque que cobra sentido al final. No es un filme que busque dejar escapatorias al espectador. No las hay, porque de pueblos como este surge el motor que organizó la Shoa y otros muchos crímenes, un motor que de alguna forma sigue en marcha: Camboya, Ruanda, Sierra Leona… Cinta obligatoria, aunque sea para criticarla.
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